Auditorías

La calidad y la eficiencia se convierten en elementos excluyentes para mejorar la rentabilidad, dejando de ser una opción para convertirse en una necesidad.

Una efectiva mejora de la calidad y eficiencia requiere un replanteo crítico de los procesos, apuntando a la simplificación, la descentralización de las decisiones y la utilización de transacciones de mayor valor agregado.

La clave de una buena administración radica en asignar recursos en función del aporte efectuado por cada actividad, realizando un adecuado análisis de costos versus beneficios. El rediseño de procesos resulta, en este contexto, una herramienta útil que permite a la organización alcanzar la reconversión buscada.